Algo más que una enfermera dando vueltas

mochila

Sigue dando vueltas.

Después de un tiempo en el extranjero decidió que ya llegó su momento de regresar.

Cuando el corazón habla, la razón escucha.

En su post «Enfermería en el extranjero, enfermería en el olvido«, ya conté su historia.

Ahora está de regreso.

La economía da indicios de mejora, pero ella sigue trabajando solo en puntuales fechas.

Si las vacaciones llegan, la llaman.

Si la navidad llega, la llaman.

Si alguien se va de puente, la llaman.

Trabaja cuando los demás descansan, descansa cuando los demás trabajan.

Le gustan las Urgencias.

El Master en Enfermería de Urgencias y Emergencias es parte de su curriculum, junto con su experiencia en aquellos servicios de Urgencias Hospitalarias en Reino Unido.

Tiene ganas de comerse el mundo, pero a pesar de todo, sigue dando vueltas.

Le dicen que no puede quejarse, que por lo menos a ella, aquel número que porta le da para trabajar en vacaciones.

En el verano las luces del hospital broncean su piel, y un siempre entretenido bar azul [Varazú] en aquella paradisiaca playa, se convierte en su perfecta válvula de escape ante tanta oleada de guardias.

Cuando puede, invierte su dinero en sumar más puntos en la bolsa.

Algunas congresos, lamentablemente tienen solo ese triste aliciente.

Aquí no hay bolsa de Urgencias, no importa tu formación o experiencia.

Incomprensiblemente para ocupar algunos puestos solo cuentan las canas de tu cuerpo.

No tiene padrinos, no calienta sillones, no llora por los despachos, ni va comiendo orejas.

Está por encima de todo eso.

Lucha, vive, ama y sueña.

Y a pesar de todo lo que le pasa, disfruta de la vida hasta la última milésima.

Familia, amigos, conciertos y fiestas, hacen su espera más llevadera.

Su mejor contrato, tiene un año y siete meses, se llama Pepe y es su ahijado.

A veces hace de tata, a veces de enfermera, a veces juega con él y a veces se pelean.

Su hermana, siempre fue algo más que eso.

Espejo en lo profesional, admiración en lo personal.

Es joven, es fuerte, está formada, ¡tiene rizos!,  pero sigue dando vueltas.

Estoy convencido que quienes deciden con el corazón siempre ganan.

Estoy convencido de que algún día parará de dar tantas vueltas.

Solo espero que cuando se detenga, caiga nuevamente cerca nuestra.

Este post va dedicado a todas aquellas enfermeras y enfermeros que pasan sus días pegados a un teléfono, deseando que llegue aquel contrato que impregne de algo de estabilidad, aquellos días de tanta vuelta.

 

J.M. Salas – Con Tinta de Médico

[www.contintademedico.com]

 

 

 

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