Súper Paco, una historia de motivación en el desierto.

Paco Falco Desert

Fui al desierto en busca de respuestas.

Pensando que encontraría una motivación en turbante y camello.

Y el caprichoso destino me regaló, la historia de súper Paco, todo un ejemplo de superación, motivación y vida.

Malagueño, pensionista de 80 años, corredor del maratón Falco Desert.

Una carrera de 45 kilómetros por el desierto de Merzouga, Marruecos.

Sol, viento, arena y dunas.

Una atrevida apuesta para corredores valientes, aquellos que ahora se les conoce con el anglosajón término de runners.

GPS, últimos sistemas de hidratación, ropa aerodinámica y suplementos vitamínicos.

No faltaba nada.

Pero dentro de esa común estampa, destacaba nuestro amigo Paco.

Sencillo, cercano y modesto.

Lucía con orgullo su moreno de campo y una tez natural ajena al Botox.

No calzaba un extravagante modelo de zapatillas, ni vestía una revolucionaria ropa técnica, y su único complemento eran sus dos inseparables cañas de bambú, eternas compañeras de travesía.

Calzado rústico, pañuelo en cabeza, pantalones de faena y la camisa de siempre eran suficientes para cumplir otro sueño, una maratón de 45 kilómetros por el desierto.

Salió como todos, corriendo a buen ritmo.

Su hijo le acompañaba sin restarle una pizca de protagonismo, al lado de su padre, como tenía que ser.

Fue pasando uno a uno por todos los avituallamientos y derribando muros en mi cabeza.

Un «si él puede, ¿por qué yo no?», me sugería un nuevo proyecto.

Finalmente después de casi 9 horas de travesía por el asombroso y recomendable desierto de Merzouga, entró triunfante a la meta, a través de un pasillo humano que formamos todos los allí presentes.

Un gesto emotivo y necesario.

Él corrió, pero aquellos que lo vivimos ganamos.

De vuelta en España, afrontando nuevamente nuestra realidad, consultas de atención primaria y urgencias colapsadas, y en ocasiones por usuarios que buscan una razón para no levantarse de la silla o un diagnóstico  que les otorgue el papel de protagonistas de un popular «pobre de mi». Me acordé de la historia de Paco, un verdadero ejemplo de superación para todos.

Un hombre que entiende que la vida hay que disfrutarla, y que nadie te puede impedir cumplir un sueño.

Y tú, ¿a qué esperas para cumplir el tuyo?.

Otra noche de insomnio, otra historia Con Tinta de Médico.

J.M. Salas – Con Tinta de Médico

www.contintademedico.com

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