Haciendo un homenaje a esa gran película de Tarantino titulada «Abierto hasta el amanecer», al equipo Covid de la Gerencia de Urgencias y Emergencias 061 Región de Murcia, en ocasiones les toca colgar el cartel de «open 24 horas» y trabajar de manera ininterrumpida durante toda la madrugada allí donde se les necesite.
Y no importa si en su guardia les tocó coordinar y administrar miles de vacunas, ni si tuvieron que recorrer la Región haciendo PCR, si en la madrugada se les requiere para hacer un cribado masivo de una residencia o se aproximan pateras a nuestras costas, se les activa y allí están ellos en primera linea para registrar y tomar las muestras necesarias, para no dejar que este dichoso virus entre libremente por nuestras fronteras.
Son una gran familia que se formó en los momentos más difíciles y de mayor incertidumbre de esta pandemia, donde no todos pudieron o estuvieron dispuestos a realizar esas tareas y salir de la zona de confort para combatir cara a cara en «aquellas condiciones» a este, por aquel entonces, desconocido virus.
Junto a ellos compartí emotivas experiencias mientras estuvo activa la Unidad Medicalizada de Traslado Interhospitalario de Pacientes Covid (UME-X), vivencias que ya son parte de lo que hoy soy.
Solo aquellos que abrazamos las urgencias y emergencias, aquellos que nos gusta la calle, que disfrutamos de la prehospitalaria y trabajamos subidos en una ambulancia, somos capaces de reconocer la importancia que cumplen las diferentes unidades que integran nuestra gerencia poniendo énfasis en el gran trabajo que todos desempeñamos.
Y es que trabajar en prehospitalaria es una dura labor que en ocasiones y por diferentes motivos, no está lo suficientemente reconocida. Nos acostumbramos a movernos en situaciones adversas, trabajando en entornos poco seguros, en sitios inhóspitos, sobre la carretera, en un bancal, con los pies en el barro, debajo de un camión o sudando al unísono mientras movilizamos a un paciente desde un cuarto piso sin ascensor, y todo ello, con el handicap añadido del EPI como segunda piel.
Todos tenemos guardias malas, y guardias menos malas, pero es justo reconocer la fuerza del trabajo en equipo. Porque la única manera de cuidar las 24 horas del días, los 7 días de la semana y los 365 días del año a nuestra población es trabajando codo con codo por un mismo objetivo.
En la calle, todos aquellos que lleven un chaleco amarillo y unas botas son parte de nuestra familia, y la familia se debe cuidar, y respetar, desde arriba y desde abajo.
Eso no quita que quien ama esta profesión siempre busque la excelencia e intente mejorar aquello que se pueda mejorar para lograr un salto de calidad necesario, pero siempre desde la base del respeto, porque no hay nada más tonto que tirar piedras sobre tu propia casa.
Gracias equipo Covid por ser parte de la solución de esta pandemia.
Gracias a todos aquellos/as que ofrecéis vuestra mejor versión allí donde os encontréis, desde atención primaria, en el hospital o en el centro coordinador de emergencias, porque este virus lo paramos entre todos, y todos somos importantes.
Dedicado a aquellos que llegan, dedicado a aquellos que se van.
Este post eran unas letras pendientes en mi nevera, ahora me toca lidiar con otra noche de insomnio, otra noche Con Tinta de Médico.
JM Salas – Autor y editor del libro y blog Con Tinta de Médico
Master en Dirección Sanitaria
Médico en Unidad Móvil de Emergencias
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