Guardias que terminan con sabor a ciclos que se acaban

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Terminó mi primera guardia después de un mes fuera de la ambulancia, y aunque extrañaba la noche hoy estoy agotado.

Seguramente no solo sea por la guardia, sino que todavía estoy con los efectos del jet lag. Un mes viajando por Sudamérica conociendo en primera persona como se trabaja en los diferentes servicios de urgencias y emergencias da para recargar la tinta con muchas historias, algunas de ellas poco a poco os las iré contando.

Y aunque los que trabajamos en Urgencias estamos hechos de una pasta diferente, hoy estoy cansado, hoy estoy agotado, y creo que ya va siendo hora de explorar nuevos caminos.

Habitualmente cuando acabo mi turno, reconozco que nunca es una guardia más, siempre es una menos. Y ahora, tal vez por esta pizca de melancolía por los días de pasaporte, mochila y manta, quizás pienso, que ya cumplí mi cupo de guardias en urgencias prehospitalarias y es hora de ir acercando el momento de cambiar de ruedo y pasar a la gestión, dirección, formación o cooperación sanitaria. Y emprender así otro ilusionante proyecto que sea capaz de culminar mis expectativas. Un proyecto donde se valore la creatividad y poder de las ideas. Porque el mundo necesita de más soñadores y menos personas con sueño.

Realmente me encantan los días grises, aquellos que te cuestionas lo vivido y reflexionas sobre lo que aún te queda por vivir.

Días de chimenea, sofá y chocolate. Días de historias. Días de cambio.

En ocasiones, en urgencias y emergencias como en la vida, las pausas son más que necesarias.

En ocasiones, hay guadias que terminan con sabor a ciclos que se acaban.

¿Será que es el momento de buscar nuevos caminos?

Mañana al mirar de nuevo mi chaleco amarillo lo averiguaré. Él siempre me anima a seguir dentro de la ambulancia. Él siempre me anima a vivir nuevas historias.

JM Salas – Con Tinta de Médico

Diario de Médico de Urgencias adicto a la noche.

www.contintademedico.com

 

 

 

 

 

 

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