Los Reyes Magos no llegaron a Murcia

Imagen extraída de www.noticiasciudadreal.com

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Creo que los Reyes Magos no llegaron a Murcia.

Hace tiempo que muchos de nosotros pedimos un remedio para el habitual colapso de los servicios de urgencias y hoy seis de enero del 2018, no hay ni rastro de solución alguna, la crítica situación sigue exactamente igual.

Y esto no es nuevo, a nadie nos pilla por sorpresa. Todos los años por estas fechas los servicios de urgencias en España se saturan y desbordan.

Camas en los pasillos, salas de esperas a rebosar, profesionales colapsados y pacientes crispados.

Un escenario que lamentablemente ya forma parte de nuestra invernal estampa.

Así año tras año vemos profesionales más quemados, urgencias más saturadas, pacientes más enfadados y gerencias que ponen más empeño en justificar los problemas que en solucionarlos.

Como ya va siendo costumbre en España, aquí nadie se hace responsable, nadie entona el «mea culpa» y todo sigue como siempre.

Pues el cansancio ya va haciendo mella en todos aquellos que estamos en primera fila. Y es hora de cambiar de rumbo.

Es tiempo para comenzar a gestionar los recursos de otra manera y responsabilizarse de la ineficaz planificación orquestada.

Es hora de profesionalizar y humanizar la gestión sanitaria.

Y en definitiva, es momento de reivindicar un cambio.

Porque los que trabajamos en Urgencias y Emergencias nos sentimos abandonados y ya estamos cansados.

Cansados de tener que trabajar en estas condiciones.

Cansados de no poder brindar una atención personalizada, humanizada que satisfaga las pretensiones de los pacientes.

Cansados de esta forma de «hacer» las cosas.

Y aunque nos faltan apoyos y voces en nuestra reivindicación, porque «incomprensiblemente» algunos sillones se mantienen en silencio a pesar de la debacle del sistema. Es responsabilidad de aquellos que tenemos algo de voz, levantarla y decir que algo anda mal y que entre todos debemos mejorarlo.

Se que no es una tarea fácil, pero estoy convencido que se puede hace mejor de lo que se hace.

La saturación de los servicios de urgencias es un problema con múltiples causas que no se soluciona únicamente con un paupérrimo y puntual refuerzo de profesionales. Se necesita organizar los servicios de urgencias pre y hospitalarios de otro modo, una estructura más funcional y humanizada que permita adaptarse a estas circunstancias que vivimos.

Está claro que si no se invierte en atención primaria a lo largo del año, si no se le otorga el papel protagonista que se merece en el sistema, será imposible solucionar los problemas que surgen en la cúspide de esta singular pirámide durante esta u otra epidemia.

Si abandonamos la educación sanitaria, si nos olvidamos de hacer campañas para informar y sensibilizar a la población para que hagan un buen uso del sistema, no podemos exigirles que en plena epidemia puedan responder como deseamos.

Y por supuesto, es fundamental dotar de herramientas y un firme respaldo de la administración a los centros coordinadores para que puedan gestionar los recursos de una manera más eficiente. Si este sistema no es capaz de decirle a un chico de 25 años sin criterios de gravedad, que no podemos desplazar una ambulancia de Soporte Vital Avanzado para atenderlo en su domicilio, es que algo falla, y es momento de sentarnos y buscar soluciones.

Hoy entro de guardia, y la cara de los compañeros que salen ya hablan por si solas.

Está claro que los Reyes Magos no llegaron a Murcia, o tal vez se resfriaron y todavía están esperando a que se les atienda en algún abarrotado servicio de Urgencias.

JM Salas – Con Tinta de Médico

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