Si la falta de respeto fuera una enfermedad, esta sociedad estaría enferma.
Desde hace años, aquellos que trabajamos en la calle hemos notado como el respeto que antiguamente se profesaba a esta profesión, se ha ido perdiendo.
Agresiones, insultos, exigencias, poca colaboración y falta de civismo, son el pan nuestro de cada día para muchos de los que estamos en primera fila.
La medicina de urgencias y emergencias se ha convertido en una profesión de riesgo.
Somos un blanco fácil donde desahogar frustraciones, y es que en algunos avisos a pesar de tomar las oportunas precauciones, nos jugamos literalmente el tipo, pero esto, lamentablemente, hasta que no ocurra una desgracia, a pocos les importa.
Aunque he vivido situaciones que superan cualquier película de ficción, lo de esta foto, ya es demasiado.
¿Hasta donde vamos a llegar?
¿Qué se le puede pasar a esa persona por la cabeza para hacerse un selfie mientras están atendiendo a una víctima atropellada por un tren?
¿Qué puede buscar sacándose un selfie con una mujer de fondo que acaba de perder un miembro por una amputación traumática?
¿Qué educación ha podido recibir para indignarse cuando la policía le pide que por respeto borre la foto?
¿Todo vale en las redes sociales?
La calle puede ser un lugar muy duro para aquellos profesionales que trabajamos subidos en una ambulancia, pero últimamente también puede ser un lugar inhóspito para aquellos que sufren un accidente o son víctimas de una agresión.
¿Será que la cordura hace tiempo que nos abandonó?
No se de quien será la culpa, pero imagino que todos somos un poco responsables.
Creo que a lo mejor me equivoqué con el título de este post («el tonto del móvil»), porque según la RAE un tonto es una persona falta o escasa de entendimiento o razón.
Tal vez este individuo solo sea un cínico sin escrúpulos con un móvil en la mano o tal vez solo sea el reflejo de una sociedad enferma.
De momento prefiero quedarme con la primera opción, me cuesta perder la fe en el ser humano.
JM Salas
Autor del libro Con Tinta de Médico
Diario de un Médico de Urgencias adicto a la noche
Comentarios recientes